México. Estado de Chihuahua. Allí, entre quebradas y desfiladeros de la Sierra Tarahumara, viven “los hombres de pies alados”, “los que caminan veloces”, los rarámuri, un grupo indígena hermético y misterioso. Y allí decidí ir… Fui para ver, para escuchar, para buscar… También, para escribir. Para ellos soy un cabochi: “el que tiene arañas en la cara”. Un extranjero. Un extraño… Me dijeron que no lo hiciera, que era imposible, que lo que buscaba no existía. Decidí hacerlo. Fui. Y con ellos viví. Esta mi historia. Su historia. Nuestra historia. De una búsqueda. De un lugar mágico… Amara. Muchos viajeros han querido viajar a allí. No es fácil llegar. Menos aún, regresar. Solo un consejo: no busques el viaje…, el viaje te buscará a ti. Puedes comprar Amara: Un viaje tras las pisadas del pueblo rarámuri en la página web de la...

Yo no quiero viajar si el viaje se hace para luego decir simplemente: “Estuve allí”. Yo no quiero viajar con “esas” ONG solidarias que cobran a los cooperantes (y que, a fin de cuentas, poco cooperan…). Yo no quiero viajar en esos viajes donde todo se observa desde la distancia y a través de la ventana de un autobús. Yo no quiero viajar a paradisíacos y amurallados resorts que construyen oasis artificiales de falsa opulencia en países (tan) míseros (como llenos de riqueza). Yo no quiero viajar en excursiones organizadas donde todo está previsto (incluso, lo imprevisto). Yo no quiero viajar en la piel de ese “falso explorador” que se entromete en los barrios, en las casas, en las vidas de los más débiles, pobres e indefensos. Yo no quiero viajar para creerme un entendido, un experto, un erudito. Yo no quiero viajar sabiendo (o creyendo saber)  todo sobre el destino escogido. Yo no quiero viajar desconociendo totalmente el lugar al que me dirijo. Yo no quiero viajar para enseñar. Yo no quiero viajar para “estar”. Yo no quiero viajar para “ir”… Yo quiero viajar en esos viajes que dejan huella (a veces, dulce; muchas otras veces, amarga).Yo quiero viajar aunque se pierda mi maleta. Yo quiero viajar para aprender (y, especialmente, para desaprender). Yo quiero viajar en esos viajes que empiezan con tanta ilusión (y terminan con tanta melancolía…). Yo quiero viajar para ver, para escuchar, para sentir… Yo quiero viajar al pasado, al futuro y, por encima de todo, quiero viajar al presente. Yo quiero viajar para perderme. Yo quiero viajar para encontrarme (y encontrarte). Yo quiero viajar buscando respuestas (y regresar cargado de preguntas). Yo quiero viajar solo. Yo quiero viajar acompañado. Yo quiero viajar contigo. Yo quiero viajar para “ser”. Yo quiero viajar para que “ir” signifique...

Regresamos al país de la “pura vida” para vivir un reencuentro cargado de promesas y anhelos. Y también –fue el encargo principal– para continuar pensando sobre la comunicación y sus transformaciones. Cinco días de exponer, de comentar, de escuchar y de reinventar  los “caminos” que llevan los mensajes por las rutas digitales del ciberespacio.Viaja conmigo el Pájaro halcón. Llegaron viejos amigos. Aparecieron otros nuevos. Y ésta es la historia. Breve, sencilla, humilde. Como los mejores relatos. Este país siempre te despide pidiéndote algo que sabes que no te costará cumplir: Que vuelvas. Y...

Regreso a Uzbekistán.  Barcelona – Estambul –Tashkent – Urgenth – Jiva – Ayazkala – Desierto de Karakalpakstan – Bujara – Samarcanda –Tashkent – Estambul – Barcelona. Me acompañan 40 viajeros. Y no es sólo un viaje. Es la 10ª edición de una expedición con nombre de estrella: Tahina-Can. Viajaremos tras los pasos de Marco Polo. Visitaremos mezquitas, mercados, bazares y santuarios. Y en unos jardines legendarios nos espera una morera sagrada y un ritual de los deseos. Pero nuestro deseo, el mío y el de los 40 «guerreros» que vienen conmigo, es más sencillo y más conciso: Seguir viajando. Siempre...

Barcelona – Moscú –Tashkent – Urgenth – Jiva – Ayazkala – Desierto de Karakalpakstan – Bujara – Samarcanda –Tashkent – San Petersburgo – Barcelona. Emprendo un viaje a la legendaria Ruta de la Seda. Por estas tierras anduvo Marco Polo. También, Tamerlán, Avicena o Ruy González de Clavijo. El objetivo: Construir los planes de un sueño con nombre de estrella. Volveremos con sorpresas e ideas mágicas. Me acompañan un maestro y un...